martes, 9 de junio de 2009

LA PODEROSA FUERZA PACIFICADORA DEL URBANISMO EL MILAGRO DE LA CIRUGÍA URBANA


Toda ciudad está asociada a un tópico. Cada conglomerado urbano se
acaba identificando con alguna referencia que alcanza reconocimiento de
ámbito local o incluso se propaga hasta el rango internacional. París es la
ciudad del glamour, Milano de la moda, Hong Kong es el comercio, Atenas fue
la cuna de la cultura, Detroit del automóvil, Rio el paraíso del ocio,… de
Barcelona dicen que somos la ciudad de la arquitectura y del diseño, y Gaudí
su santo mentor. Desgraciadamente a Medellín se la conocía como la ciudad
de la violencia y la droga, pero las cosas están cambiando radicalmente. Las
ciudades también quedan marcada por sucesos, por ejemplo Nurenberg por su
famoso juicio contra el Nazismo, Hiroshima por la bomba atómica, Kyoto
famosa por sus templos ahora es la ciudad del protocolo ecológico
internacional, Davos por concentrar a los mas poderosos del planeta, y Porto
Alegre ha creado una imagen simpática por crear unos presupuestos
participativos y atreverse a capitanear otro mundo mejor, por tanto los
fenómenos y la voluntad de las ciudades van cambiando con el tiempo y
adquieren nuevas connotaciones si así se lo proponen.
Creo que Medellín puede acabará siendo considerada como una ciudad
“del milagro urbanístico”. Al menos a los ojos de un ciudadano barcelonés
tras una breve pero intensa visita por sus entrañas. Atisbo una mutación
positiva que a través de la cirugía arquitectónica está dando un vuelco social
en beneficio de todos los ciudadanos.
Conectar y conquistar
Son muchas las iniciativas que se han arrancado en los últimos años en
Medellín, pero quisiera comentar solo dos, que sin duda son paradigmáticas:
por un lado la construcción del metro cable y por otra la renovación y
peatonalización del centro.
El metro cable tiene por un lado la espectacularidad de su propia fisonomía,
ligada de forma intrínseca a la orografía peculiar de Medellín, para muchos
europeos descubrir como la construcción puede literalmente escarpar
montañas es un hecho insólito, por ejemplo en Cataluña está prohibido
edificar en pendientes de más del 45º y por supuesto nunca en la parte
superior de una ladera para evitar destruir el paisaje. Aquí ante la evidencia
de que el desarrollo edificatorio no había sido controlado, la ghetización se
convierte en un grave problema. Era por tanto necesario “coser” de nuevo los
barrios con el centro y la vez entre ellos. Todos sabemos que comunicación
significa progreso, e incomunicación conlleva aislamiento y marginación.
Nadie considera la ley, si ésta no llega hasta sus puertas, nadie respeta lo
público sino le beneficia.
Pero además de dar un uso utilitario de transporte, el metro cable, ha dado
mucho más: ha repartido dignidad en su trayecto, ha ido humanizando y
dinamizando sus paradas hasta convertirlas en focos de identidad que llenan de
orgullo a la población. Y por último el que la intervención sea con tan alto
rango de buen diseño y una extrema calidad constructiva, representa un
regalo para los más desfavorecidos, digno de una apuesta socializante. No sólo
se da transporte a los necesitados, sino que además se les da con gran
dignidad cercana al lujo. Como si tras tantos años de penurias, ahora les
tocase una generosa recompensa.




Por: Yamidt Tamayo

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