lunes, 8 de junio de 2009

LAS CALLES PEATONALES

– Se producen cuando toda la plataforma vial se dedica exclusivamente al quehacer peatonal. Sólo se permite su uso por parte de vehículos de emergencia o de carga espacial (mudanzas, basura, dinero).

• Espacios que surgen a partir de la vialidad y que se unen a otras zonas comunes de una ciudad para configurar un escenario principal de la vida pública. Ofrecen un medio para el desplazamiento de las personas lo que condiciona su diseño.

• Una calle no puede ser entendida exclusivamente como una superficie que sirve a la función transporte.
– Contemplar, respetar y realzar
– lugar de encuentro, de esparcimiento y hasta de identificación, si ellas consiguen generar ambientes que reflejan un espíritu urbano peculiar.

• Luego, los espacios frecuentados por grandes cantidades de peatones suelen
ser los espacios privilegiados de la ciudad, ya sea por sus características físicas y paisajísticas o por el nivel de la actividad comercial del entorno.

• Plazas
– Generalmente las plazas ya existen cuando corresponde diseñar algún elemento de infraestructura vial urbana. La creación de una plaza es el comienzo de una relación de la comunidad consigo misma. Su destrucción o menoscabo puede significar costos que no pueden ser compensados. Todo diseño debe considerar la posibilidad de favorecer el ambiente creado por una plaza.

• Plazoletas
– Espacios discontinuos de un tamaño que constituye algo más que un ensanche local de la sección de la vía y que ha sido aprovechado para instalaciones de ornato

• Paseos
– Franjas verdes que pueden estar ubicadas entre calzadas principales o entre éstas y calles laterales de servicio. Se distinguen de medianas por ser más atractivas a la actividad peatonal: desplazamiento, descanso y recreación. Su ancho debe ser tal que el peatón sea incentivado a cruzar las calzadas que los separan (mínimo 9 m y en lo posible 2 o 3 veces más anchos que las calzadas que los bordean).

• Sección Transversal
– Una franja peatonal debe ser homogénea sin irregularidades que signifiquen peligro.
Si por estética éstas son inevitables, deben destacarse con baldosas de otro color, pero el detalle no debe sobresalir de la línea continua de su perfil.

– La pendiente debe ser constante con un mínimo de 2% para revestimientos lisos y un máximo de 4% cuando las franjas elevadas (anden) no tiene revestimiento o éste es muy rugoso.

• Elevación
– La pendiente longitudinal reduce la velocidad de los peatones significativamente a partir del 5%.
– Con un 10% de pendiente desfavorable dicha reducción llega al 30%.
– La pendiente longitudinal del anden es aproximadamente la de la vía, salvo
cuando sea necesario salvar un desnivel ocasional. En estos últimos casos se
pueden usar rampas, escaleras u otros dispositivos.



Julián Alexander Muñoz Gómez
Tomado de Ingeniería de Tránsito – CI53G
DISEÑO ZONAS PEATONALES

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